Fotografía de Harold Smith Henao realharoldsmith.wordpress.com #realharoldsmith Escucho mi nombre. Alguien lo dice y es como si cayendo desde sus labios fuera a dar a la muerte. Alguien que irrumpe en la casa lo grita y mi rostro sabe antes que yo, que esas palabras son vanas son de porcelana, porque no basta con nombrar: hay que sentir y comprender, y cuando escucho mi nombre me parece a veces que es una mentira enorme, no tiene qué ver conmigo, y es una extrañeza tan fuerte tan poderosa tan de otro tiempo. Mi nombre pasa de una boca a unas manos a una alfombra... alguien lo derrama sobre el mantel y nada saben de mi. Hay quienes gustan de mi nombre y al pronunciarlo un tono de dulzor y de belleza recorre sus sonrisas. No sé por qué. No sé por qué. Mi nombre está envenenado y santificado por 29 años. Algo responde por delante de mí misma cuando escucho esa llamada... Algo instintivo algo mítico algo