Hola mamá



Medellín Mayo 21 de 2015

 

Hola mamá.

 

Es jueves, son las 2 de la tarde y quisiera poderme ir ya para la casa porque madrugué mucho hoy, la mañana fue muy movida y ya me siento cansada. He tenido una mala racha desde hace mucho tiempo, lo sabes.Te escribo estas palabras sintiendo que algo se me ha partido por dentro, y extraviando la mirada durante largos espacios de tiempo, sobre el piso o la pared. Pero estoy bien. Quiero decirte que estoy bien. ¿Con quién más, sino solo contigo, podría yo compartir esta pena?... ¿Con quién más sino sólo contigo que me conoces y me amas como nadie más me ha amado ni me amará jamás? El amor no ha sido lo mío. Me duele un poco el pecho, pero estoy bien. Mucho antes de conocer a X, yo conocí el verdadero amor contigo. Me llamaste con tanto amor desde tu corazón hacia la nube de almas en la que me encontraba, para que me encarnara y compartiera tu vida. Luego, preparaste un mundo entero para mí: una casa clara y fresca, el jardín más hermoso de todos, tu sonrisa intacta, el cariño de mi padre. Todo nació de tu amor. Tu amor me crio y me enseñó todo lo que sé. Tu amor me inventó desde la oscuridad del vientre hasta la luz de cada día. Todo lo mío se lo debo a tu amor profundo y maternal, hermoso, cálido y sideral. El único amor que me ha acompañado a lo largo de mis casi 36 años de vida. Como una maga luminosa me sacaste pequeña y sucia de entre tus dos columnas de fino mármol, y tu beso me dio el aliento para respirar; entre la sangre abrí mis pequeños ojos y en tu rostro vi el rostro del amor más puro, y lloré, lloré de felicidad al conocerte. Salí de tus manos de amor al amplio mundo y encontré que la realidad es diferente, afuera la gente choca entre sí, algunos caen, otros mueren, solo importa el afán malicioso del placer, pero tu amor me ha hecho fuerte para enfrentarlo todo. Muchas gracias mamá por tanto amor que me haz dado. Muchas gracias por bendecirme con tantas incalculables horas de luz. Le agradezco a Dios por tus brazos que tantas veces me levantaron y en los cuales dormí tranquila y feliz, por tu voz que al pronunciar mi nombre me dio una identidad, por tu inteligencia que me enseño las letras, por tu sensibilidad a través de la cual comprendí mejor cada misterio, por tu humor que desata carcajadas desde mi vientre, porque cuando me diste noticias tristes lloraste conmigo y cuando las noticias fueron felices celebramos en la misma mesa. Doy gracias a Dios porque de entre todas las mamás que hubiera podido regalarme escogió la mejor. Le agradezco al universo que permitió que tú y yo coincidiéramos en el mismo tiempo y lugar, y bendigo el amor que nació entre mis abuelos, porque ese amor permitió que vieras la luz y que un día me engendraras. Cada hoja amarilla que descendió cansada de los altos árboles, los atardeceres que miraron juntos los novios, cada fase de la luna, el tiempo circular del encarcelado, las legiones de animales, la caída de los imperios, las guerras entre enemigos, cada oración, cada arrepentimiento, todo tuvo que existir para que tú y yo pudiéramos encontrarnos.


Comentarios

  1. Hasta siempre mamá preciosa. Buen viaje!!! Nos volveremos a ver sin duda. Te amo.

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